Bueno, bueno, los ñames tuvieron como uno de sus basamentos filosóficos aquello de que la historia se repite en espiral y para ellos su consigna el "volveremos" de McArthur (el gringo militar tan belicista como el Patton) fue como aquel grito del liberal colombiano de genuina ideología popular, Jorge Eliécer Gaytan, con su "a la carga liberales".
Por cierto que en nuestro patio, liberales y ñames reeditaron las viejas pugnas (el fufo fue liberal en sus inicios) y hoy en día viven la odisea de otros partidos arrolladores como los coalicionistas de los cuarteles ¿o no?
De paso la desaparición de la coalición cuartelaria, poderosa en su momento, fue reemplazada modernamente por el mundo cane perrediano, otro partido de los cuarteles, convertido en el mayor partido de masas jamás existido en el país ¿o si?
Pero, ¿porqué la historia se repite en espiral?
Resulta que de la sangrienta guerra (no pugna) electoral de 1968, con liberales y ñames que llegó a los mas bajos niveles, surge el golpe cuartelario, mientras de la feroz y cruel batalla interna de perredianos y ñames emerge, a la vez, la figura del 99, el Omar de este tiempo.
¿Y que hacen los golpistas en el poder?
Desparecen los partidos políticos, meten en prisión figuras políticas acusadas de altos niveles de corrupción, abren las arcas estatales para incorporar al gobierno tránsfugas de los partidos, tecnócratas y dirigentes populares, corrompen a la juventud combativa, detienen y expulsan del país a dirigentes políticos y populares, aprueban leyes represivas, se introducen en los sindicatos, paulatinamente incorporan a la clase económica a la cual hacen mas poderosa, se proyectan internacionalmente, endeudan al país mientras realizan una serie de obras de infraestructura, crean programas sociales populistas, cambian la formalidad de saco y corbata por la populachera camisilla, ejercen control sobre los medios de comunicación, atraen con el presupuesto a comunicadores, desarrollan campañas publicitarias, acomodan la Constitución y las leyes a sus propósitos, controlan la maquinaria militar, la cual perfeccionan, crean su partido político hegemónico, manejan a su antojo los poderes del Estado, crean la figura del jefe de Estado (el difunto general) con poderes incluso por encima de la Constitución, mientras entretejen el culto a la personalidad en función de un líder único, cuyas palabras se constituyen en el devocionario, rigiendo un culto mítico que solo se interrumpe con su muerte violenta.
Su liderazgo alcanza los mas altos niveles de popularidad que lo colocan a la par de un Porras y un Fufo.
Introducen la supuesta consulta popular con el patrullaje doméstico y las manifestaciones masivas de respaldo.
Otra característica fue la de las promesas incumplidas por el cambio de opinión y de conducta, al punto de que la gente cuando escuchaba los proyectos o sus planteamientos, se preocupaba porque podría ser exactamente lo contrario.
Estuvieron 21 años en el poder.
Por obvias razones no hago comparaciones.
Bueno eso es todo por hoy pero tranquilos que el próximo jueves habrá mas.
Por cierto que en nuestro patio, liberales y ñames reeditaron las viejas pugnas (el fufo fue liberal en sus inicios) y hoy en día viven la odisea de otros partidos arrolladores como los coalicionistas de los cuarteles ¿o no?
De paso la desaparición de la coalición cuartelaria, poderosa en su momento, fue reemplazada modernamente por el mundo cane perrediano, otro partido de los cuarteles, convertido en el mayor partido de masas jamás existido en el país ¿o si?
Pero, ¿porqué la historia se repite en espiral?
Resulta que de la sangrienta guerra (no pugna) electoral de 1968, con liberales y ñames que llegó a los mas bajos niveles, surge el golpe cuartelario, mientras de la feroz y cruel batalla interna de perredianos y ñames emerge, a la vez, la figura del 99, el Omar de este tiempo.
¿Y que hacen los golpistas en el poder?
Desparecen los partidos políticos, meten en prisión figuras políticas acusadas de altos niveles de corrupción, abren las arcas estatales para incorporar al gobierno tránsfugas de los partidos, tecnócratas y dirigentes populares, corrompen a la juventud combativa, detienen y expulsan del país a dirigentes políticos y populares, aprueban leyes represivas, se introducen en los sindicatos, paulatinamente incorporan a la clase económica a la cual hacen mas poderosa, se proyectan internacionalmente, endeudan al país mientras realizan una serie de obras de infraestructura, crean programas sociales populistas, cambian la formalidad de saco y corbata por la populachera camisilla, ejercen control sobre los medios de comunicación, atraen con el presupuesto a comunicadores, desarrollan campañas publicitarias, acomodan la Constitución y las leyes a sus propósitos, controlan la maquinaria militar, la cual perfeccionan, crean su partido político hegemónico, manejan a su antojo los poderes del Estado, crean la figura del jefe de Estado (el difunto general) con poderes incluso por encima de la Constitución, mientras entretejen el culto a la personalidad en función de un líder único, cuyas palabras se constituyen en el devocionario, rigiendo un culto mítico que solo se interrumpe con su muerte violenta.
Su liderazgo alcanza los mas altos niveles de popularidad que lo colocan a la par de un Porras y un Fufo.
Introducen la supuesta consulta popular con el patrullaje doméstico y las manifestaciones masivas de respaldo.
Otra característica fue la de las promesas incumplidas por el cambio de opinión y de conducta, al punto de que la gente cuando escuchaba los proyectos o sus planteamientos, se preocupaba porque podría ser exactamente lo contrario.
Estuvieron 21 años en el poder.
Por obvias razones no hago comparaciones.
Bueno eso es todo por hoy pero tranquilos que el próximo jueves habrá mas.
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