Bueno, bueno, mientras el supemercadero sigue manteniendo un buen porcentaje de apoyo popular de acuerdo con las encuestas y trata de evitar acciones que le signifiquen un dramático descenso como la deforma tritutaria pero a la vez requiere de fuertes ingresos fiscales para poder realizar las obras requeridas para no dejar caer su popularidad, teje la telaraña política para la continuidad a través de posibles deformas al código electorero.
Por cierto que lo principal sería plantear el triunfo electoral presidencial con la mayoría absoluta (un voto mas por sobre la mitad de los votantes) para de lo contrario, o sea, ningún candidato obtenerlo, ir a una segunda vuelta donde piensa que el partido proyectado por un grupo, como es la unión de cidiáticos, gallos y unioneros, sea el beneficiario al cual, nuevamente, debe sumirse (no sumarse, no) el de los ñames ¿o si?
De paso el propio ñame seco, en circulo de espera a ver si ahora le toca el turno (aunque no sea pueblo) no observa el asunto muy confiado y salió diciendo que aun es prematuro para hablar de esas cosas aunque mira receloso que los cidiáticos vienen cobrando fuerza ¿o no?
Si miramos las cosas como van, el asunto de la reforma de la llamada segunda vuelta se basa en la posibilidad de que al momento de las decisiones electorales la actual alianza, que para entonces sería el partido coaligado (cidiático, gallos y unioneros) y los del ñamenismo se rompa porque ambos partidos aspiren a tener su propio candidato presidencial (en caso de que el exbanquero Beto no pueda convencer de ser el predestinado) y se enfrenten ambos en la contienda contra un mundo cane perrediano disminuido.
¿Porque disminuido? Porque parte de la estrategia es golpearlo en sus figuras lo cual daría como resultado la posibilidad de que ninguno de los tres lograra la mayoría absoluta en la votación, tomando en cuenta que los perredianos lograron su mayor votación con Martincito (47%) y los ñamenistas con la doña (42%) calculando que los cidiáticos no repetirían el 60% del 99.
Por supuesto que también esta el captar dirigentes populares, tanto de perredianos como de ñames para alimentar la cuota electoral cidiática.
Bajo esa premisa calculan que ñames y mundo cane perrediano no se unirían en una segunda vuelta y los cidiáticos podrían negociar con sus actuales aliados para prolongar su permanencia en el poder.
Por supuesto son cálculos de gente a quienes las circunstancias permitieron alcanzar el poder confiando que la estrategia de golpear, prometer e imponer puede seguir dándole resultado ¿o no?
Todo depende de lo que demuestren las encuestas cuando ya, en el caso de la esperanza de cumplir las promesas electorales, hay disminución en las expectativas respecto del metro, la rebaja eléctrica, la disminución de la canasta básica y la mano dura contra la corrupción.
Bueno eso es todo por hoy pero tranquilos que el próximo jueves habrá mas.
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Por cierto que lo principal sería plantear el triunfo electoral presidencial con la mayoría absoluta (un voto mas por sobre la mitad de los votantes) para de lo contrario, o sea, ningún candidato obtenerlo, ir a una segunda vuelta donde piensa que el partido proyectado por un grupo, como es la unión de cidiáticos, gallos y unioneros, sea el beneficiario al cual, nuevamente, debe sumirse (no sumarse, no) el de los ñames ¿o si?
De paso el propio ñame seco, en circulo de espera a ver si ahora le toca el turno (aunque no sea pueblo) no observa el asunto muy confiado y salió diciendo que aun es prematuro para hablar de esas cosas aunque mira receloso que los cidiáticos vienen cobrando fuerza ¿o no?
Si miramos las cosas como van, el asunto de la reforma de la llamada segunda vuelta se basa en la posibilidad de que al momento de las decisiones electorales la actual alianza, que para entonces sería el partido coaligado (cidiático, gallos y unioneros) y los del ñamenismo se rompa porque ambos partidos aspiren a tener su propio candidato presidencial (en caso de que el exbanquero Beto no pueda convencer de ser el predestinado) y se enfrenten ambos en la contienda contra un mundo cane perrediano disminuido.
¿Porque disminuido? Porque parte de la estrategia es golpearlo en sus figuras lo cual daría como resultado la posibilidad de que ninguno de los tres lograra la mayoría absoluta en la votación, tomando en cuenta que los perredianos lograron su mayor votación con Martincito (47%) y los ñamenistas con la doña (42%) calculando que los cidiáticos no repetirían el 60% del 99.
Por supuesto que también esta el captar dirigentes populares, tanto de perredianos como de ñames para alimentar la cuota electoral cidiática.
Bajo esa premisa calculan que ñames y mundo cane perrediano no se unirían en una segunda vuelta y los cidiáticos podrían negociar con sus actuales aliados para prolongar su permanencia en el poder.
Por supuesto son cálculos de gente a quienes las circunstancias permitieron alcanzar el poder confiando que la estrategia de golpear, prometer e imponer puede seguir dándole resultado ¿o no?
Todo depende de lo que demuestren las encuestas cuando ya, en el caso de la esperanza de cumplir las promesas electorales, hay disminución en las expectativas respecto del metro, la rebaja eléctrica, la disminución de la canasta básica y la mano dura contra la corrupción.
Bueno eso es todo por hoy pero tranquilos que el próximo jueves habrá mas.
